La dureza del alma es la ausencia de piel por una coraza.
Ese es el problema del hombre.
El problema del hombre es la nostalgia del edén perdido del alma.
La emoción detenida.
El aire comtenido.
Las mariposas del patio amarillo.
Y detrás dios dormido en ti te aguarda.
Aguarda a que te gires.
A que dejes de ver con los ojos y empieces a escuchar con la mirada.
La vista qué se vuelca al interior, se convierte en mirada qué escucha.
Qué vuelve a ti.
El hombre tiene la piel dura. Por eso necesita un largo camino, para qué esos modos se hablanden. Aunque no siempre sucede, si pasa alguna vez es importante.
La existencia es infinita y la vida es su exceso.
Y todo es una emoción continúa de amor.
Hay un alma qué duerme en el hombre en la muralla de la piel. Y sólo es porque es más vulnerable. Y es tan importante qué se entienda que lo único más duro qué una lágrima es la lágrima qué se queda.
En ese momento el hombre se queda roto y solo sucede, qué en ese momento está vulnerable porque nadie le ha enseñado a sentir.
Y, sólo logra vivir estrechando el pasillo, y llorando por dentro lágrimas de sangre.
Sin embargo hay una posibilidad de conciencia del alma.
Yo lo llamó la Emocion Moral.
...no le busques sentido, no lo tiene.
miguel mochales, maestro zen.
lunes, 28 de julio de 2008
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