Tu eres mi alma.
El reflejo del alma en el alma que refleja.
Eres ese alma que se enlaza en una danza con ese infinito que es receptáculo. Y allí el alma extendida es el sonido que reverbera. Es tan delicada su suave frecuencia.
Y entonces entiendes que no existe ni el mundo ni su presencia.
Sólo oración.
Sólo consciencia.
Sólo un instante.
Y, ¿como arrancaste un alma que duele?
El alma vuela y se extiende.
Es un cisne negro que se alza en el atardecer.
En ti existe una consciencia continúa de dios. Y, si esto es así, porque no te conoces. O es que crees que eres lo que ves.
Dejame invitarte a soñar.
Olvida la realidad.
Alcanza el alma que es alma en dios.
El amor es la osadía.
La osadía del hombre de ser dios.
Y el temor te vuelve a tu más humilde morada.
Ves a dios y te escapas.
Y ese dios está en la senda de tu alma.
Vamos a hablar ahora del no_amor.
No_amor es dios en toda su constancia.
¿Por que vives en tu dolor?
Porque te niegas en ti a ver a dios.
Esa desconfianza es tu dolor.
Tu dolor es tu ausencia de tu interior.
Esa poesía rota en un alma que anhela
Puedes ahora seguir como siempre o No.
...no le busques sentido, no lo tiene.
miguel mochales, maestro zen.
domingo, 27 de julio de 2008
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